Ascó es un pueblo en el sur de Cataluña, en la comarca de la Ribera D’ebre, situado en una llanura fluvial entre Pas de L’ase y el Pas del Llop d’Andisc.

Situado a 82 m sobre el nivel del mar, está presidido por un castillo Templario desde donde se controlaba el tránsito por el Ebro. El tesoro más importante del pueblo es precisamente nuestro río, que ha permitido el desarrollo económico y social de Ascó hasta la actualidad. Ha sido escenario y partícipe en los cambios sociales, culturales y económicos de la ciudad. El río permitió el desarrollo de la agricultura, la navegabilidad, el comercio fluvial, propició la ocupación andaluza y cristiana, así como el desarrollo de la industria energética hoy en día.

El centro histórico de Ascó muestra las huellas de la población desde la época musulmana hasta el cristiano a través de calles y edificios. Caminando tranquilamente con vistas al río, pasará a través del Mulberry (el original anteriormente cerrado por las paredes) y por la Zona Cristiana o universidad, situada en los Extramuros, formada por la población cristiana recién llegada después de la reconquista. Además, mientras caminas, pasarás por las perchas, el antiguo mercado medieval, por casas ancestrales como la Casa del Commanador, Cal Cavaller, o las bóvedas y silos, recientemente recuperados, son una muestra de la historia de nuestra ciudad.

Nuestro municipio tiene dos realidades muy diferenciadas: al este, al Ebro y a la Serra de la Fatarella, se encuentra vegetación de montaña: aromática, como el romero o el tomillo, y árboles como pinos y arbustos. Se puede caminar por valles y cañones que desembarcon hasta el río Ebro, como el barranco de la Gala, el Forn Teuler o la pecera, entre otros. A la izquierda, se encuentra la llanura del río, que llamamos las islas, con vegetación ribera, el muelle y senderos donde se puede disfrutar de un paseo tranquilo, en bicicleta o vivir desde el interior con un kayak o en la cima de nuestro laúd, Lo Roget.